Lima

limaTanto el jugo como el aceite de lima son muy útiles para la piel si se consumen de manera oral o se aplican externamente. Rejuvenece la piel, mantiene su brillo, la protege de infecciones y reduce los olores del cuerpo. Cuando se aplica en la piel, su ácido elimina las células muertas, cura la caspa, los escozores, ronchas, etc. Si añadimos unas gotas de zumo o aceite de lima en el agua de la bañera, obtenemos un baño refrescante que relaja la piel.

  La lima tiene un aroma irresistible que hace agua la boca incluso antes de que probemos el alimento, lo que favorece el proceso digestivo desde el primer instante. Entonces el ácido que contiene realiza el resto de la labor al degradar las macromoléculas de los alimentos. Los flavonoides, compuestos que se hayan en el aceite esencial de lima, estimula el sistema digestivo e incrementa la secreción de jugos, bilis y ácidos, también estimula los movimientos peristálticos.

La cantidad de ácidos presente en la lima ayuda a limpiar el sistema excretor liberando el tracto. Por otra parte, la fibra que contiene también alivia los constipados. Una sobre dosis de zumo de lima con sal actúa como un purgante natural sin traer efectos secundarios, por lo que ayuda a curar los constipados. El aceite que se extrae de la lima contiene alcanfor, por esta razón se le emplea para confeccionar bálsamos, vaporizadores, inhaladores, etc. Basta machucar la corteza de una lima e inhalarla para obtener alivio en las congestiones y náuseas.